Reportaje
Desde la indigencia hasta la élite
Elizabeth Murray más conocida como Liz Murray es una mujer
de 37 años que no tuvo la misma infancia que cualquier otro niño. Nació un
jueves 23 de septiembre de 1980 a día de hoy hace 38 años, en un barrio de
Nueva York llamado El Bronx, uno de los cinco distritos de la ciudad, separado
de Manhattan mediante el río Harlem.
Su familia
Sus padres Peter Finnerty y Jean Murray fueron unos
drogadictos de los años 70, precisamente cómo Liz aseguró desde muy pequeña
pudo observar como sus padres consumían cocaína y heroína. Mientras que el
resto de niños, hacían las tareas escolares a la vuelta del colegio ella y su
hermana vivían un capítulo de la vida muy diferente al resto, que consistía en
ver a sus progenitores dentro del mundo de la droga consumiendo a diario
sustancias que perjudican la salud tanto física como mental. En esa casa no
había nada, ni dinero ni comida, Liz recuerda como su única dieta consistía en
consumir diariamente junto a su hermana unos cubitos de hielo malolientes del
congelador y una gota que rebañaban de lo que restaba del bote de pasta de
dientes putrefacto, entre tanto sus padres se gastaban el poco dinero que
entraba en la casa en drogas y en presentarse delante de sus hijas en ese
lamentable estado. Liz recuerda cómo el único dinero que obtenía de pagas, se lo robaba
su madre para obtener cocaína. Más tarde llegó lo peor, ambos contrajeron el
VIH, enfermedad más conocida como el sida y que causó la muerte de uno de
ellos. Fue su madre Jean Murray, la que falleció cuando Liz tenía tan solo 16
años. Su hermana llamada Lisa Murray era mayor que Liz, pero en cambio
ella tuvo más suerte que su hermana pequeña. Cuando la madre murió, Peter su padre no
pudo pagar el alquiler de la casa lo que conllevo al desahucio, perdiendo la
vivienda familiar y teniendo que salir a la vía pública durmiendo en la calle. Era una nueva vida para Liz, y un nuevo reto que superar ya que a su hermana la
acogió una familia de una íntima amiga suya y su padre la abandono. Esto supuso
un cambio trascendental en la vida de Liz, ella solía dormir en parques, aceras
e incluso metros. Nadie fue capaz de ayudarla, sino que cuando la veían, la
gente la ponía caras raras o la temían, eran una niña sin amigos, ni familia,
con piojos en el pelo y sin techo ni comida. Nada peor la podía surgir.
Sus estudios
Fue una chica sin apenas educación, sus padres la
maltrataron y no tuvo la misma educación que cualquier otro niño. Cuando su
madre Jean Murray murió fue cuando ella se vio sola pero fue el momento en el
que en vez de tirar la toalla se dio cuenta de que toda una vida la esperaba,
que no la podía desaprovechar. Con alguna que otra ayuda logró entrar en un
instituto y empezar la ESO (educación secundaria obligatoria), fue cuando en
una excursión vio su sueño, el cuál cumpliría años después. Era la universidad
de Harvard, una universidad de investigación privada situada en Cambridge,
Massachusetts. Terminó la Secundaria en tan solo dos años, algo que no todo
niño puede conseguir. Todo esto fue fruto de su gran trabajo y esfuerzo que
supuso una especial beca del New York Times para nuevos estudiantes. Esta beca
hizo a Liz cumplir su sueño, el poder estudiar en una de las universidades más
elitistas y famosas de todo el mundo, la universidad de Harvard. A sus
dieciocho años comenzó a estudiar lo que más la gustaba la psicología, una
carrera que consistía en la ciencia sobre el estudio y el análisis de la conducta
y los procesos mentales de los individuos y de grupos humanos en distintas
situaciones.
La universidad
Liz llegó a la
universidad de Harvard en el 1998, y empezó a estudiar la carrera de psicología.
Tardó entre 4 y 5 largos años en acabarla, pero finalmente obtuvo su recompensa,
ya que consiguió ser lo que más le gustaba, psicóloga. En el 2003, año en el
que Liz acabo la carrera en la universidad de Harvard, una película llamada “Una
indigente en Harvard” hizo que la mayoría de la población estadounidense de
este mundo conociese la diferente y especial experiencia que tuvo la psicóloga
Liz Murray durante sus 23 años de vida. Fue una película dirigida por el famoso
director Peter Levin y protagonizada por la actriz estadounidense Thora Birch.